miércoles, 26 de noviembre de 2008

Hasta que la muerte nos separe... mucho tiempo

Matrimonio, s: Condición o estado de una comunidad formada por un amo, un ama y dos esclavos, todos los cuales suman dos.
Ambroce Bierce, El diccionario del Diablo


Nunca lograré comprender las fantasías de amor eterno poseídas por cierta gente... como si la legal pareja monogámica y de por vida fuera el estado natural del sujeto individuo social llamado ser humano. Puedo llegar a aceptar en religiosos fanáticos el respeto por el quinto sacramento, incluso luego de pasados el amor, el fuego, el sexo, el respeto... pero en personajes socialmente libres y en sus cabales se me hace incomprensible y hasta forzado. La personificación del afecto dual en una libreta matrimonial en lugar de en la pasional validación diaria... mhmhmhmhm... para gustos las perversiones sexuales, pero no es lo que quiero para mí, mi chica o mis seres queridos.
Y no es que me oponga al casamiento, para nada... sólo me niego a creer que el matrimonio pueda ser más importante incluso que el propio vinculo amatorio... ya lo sufrieron nuestros abuelos y padres, aprendamos un poco, ¿no? Por suerte el mundo parece estar evolucionando día a día en lo que al tema respecta y cada vez somos más las gentes que no conservamos el viejo precepto religioso de la realización como pareja asociada al estado civil...
Además lo gracioso de la culminación, “hasta que la muerte nos separe”... como en el cáncer terminal, se corta el sufrimiento con un ligero caso de deceso... pidiendo a gritos la eutanasia divorcial... “la muerte antes que la deshonra” debía ser el lema antes de la separación legal, ¿no creen?
Forcemos un poco el argumento... imaginen el casamiento entre vampiros... ufff... quilombo en puerta. En el mejor de los casos uno de los dos terminará estaqueado en el corazón, asado al sol como orejón de cereza, cocinado al ajillo por el fantasma del gato Dumas, quemado y empalado por encargo a manos de una turba popular, nadando con truchas católicas en zanjones de agua bendita o todas las anteriores; y en el peor de los casos, atado por el vinculo marital de por vida... que para un vampiro puede llegar a ser muchísimo tiempo...
Aaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, paren el mundo que me quiero bajar... mozo, cordura para la mesa 4... y acompáñela con una guarnición de libertad y sexo.
Ahora oremos al ritmo de El Cuartero de Nos, quienes antaño nos aleccionaran tan concretamente sobre el tema con este bonito tema (que juego de palabras, que utilización maravillosa de los homógrafos, una mezcla perfecta entre Samuel Beckett y Silvio Soldán).