domingo, 7 de junio de 2009

¿Tanto odio para tanto amor?

TE ODIO, IMBECIL...

Tantas veces escuchada que ya es parte latente del ecosistema cotidiano del semblante.
Tantas veces esgrimida en mi contra que ya creo merecerlo.
Tantas veces lanzada con tal grado de desprecio del que creo no ser partícipe.
Tantas veces escupida a la cara que la coraza ya está cediendo.
Tantas veces acuchillada en mi corazón que los jirones no se rejuntan ya con nada.
Tantas veces dicha tácitamente que la reconozco al instante.
Tantas veces disparada al alma que ya se me pegó más que la sombra misma.
Tantas veces maldecida que no logro comprenderlo.
Tantas veces cantada a mis oídos que las propias sirenas de Ulises envidiarían tanta maldad.
Tantas veces enunciada en mi presencia que me duelen los brazos de remar.
Tantas veces susurrada a los gritos que hasta los tímpanos reconocen el fracaso.
Tantas veces ladrada que el propio Can Cerberos no soportaría una más.
Tantas veces amamantada a seno limpio que ya no produce erotismo.
Tantas veces entendida que me harté de justificarla.
Tantas veces parida que reniego de su madre.
Tantas veces pateada a los testículos que mis futuros deudos nacerán odiándome.
Tantas veces llorada a la par de mares lagrimeantes que no puedo respirar.
Tantas veces inyectada sin anestesia que su sola ingesta adormece los sentidos.
Tantas veces racionalizada irracionalmente que no hay ciencia que pueda con ella.
Tantas veces razonada estúpidamente que confunde al más pintado.
Tantas veces sufrida por el hígado que ya puedo ver más allá de su enunciación.
Tantas veces odiada que el propio odio pierde la batalla.
Tantas veces resonada que me cansé de sufrirla.
Tantas veces parafraseada que me conozco sus mil formas.
Tantas veces abrazada que ya ni abriga ni reconforta.
Tantas veces soportada que ya no produce su efecto.
Tantas veces acertada que ya soy un blanco fácil.
Tantas veces olvidada que se funde con el cariño.
Tantas veces aguantada que el espíritu cede paulatinamente.
Tantas veces negada que ya no creo que sea la última, la marginal, la definitiva.
Tantas veces mutilada que mi cuerpo la aborrece.
Tantas veces repetida que no soporto tanta decepción.
Tantas veces impostada que se mezclan las creíbles de las mentirosas.
Tantas veces supurada que el amor siente vergüenza.
Tantas veces acallada que el silencio se vuelve avasallante.
Tantas veces utilizada que ya perdió todo sentido.
Tantas veces arriesgada que ya suena a estupidez, miedo o cobardía.
Tantas veces recibida que ya perdí la cuenta, y van...
Tantas veces que ya me cansé de oírla tantas veces.
Tantas veces...