viernes, 28 de noviembre de 2008

Lo bueno del sexo...

... es que, si se hace bien, nada es lo que parece; o mejor dicho, el juego, la fantasía y el morbo modifican lo objetivo haciéndolo aparecer diferente ante los sentidos durante un rato.
Parafraseando al gran Groucho Marx, ninguna regla o convención se cumple cuando dos o más personas yacen sobre una cama.
Así es como alguien feo se transforma en un Adonis/Afrodita de gran belleza... un miembro o unos senos pequeños se nos presentan como joyas inigualables... un culo caído se convierte en la octava maravilla del mundo... una práctica socialmente aberrante pasa a ser considerada la más erótica de las posibilidades por una noche... una profesión vacía y sin chispa muta en horas de placer y fantasía... un sujeto gris recupera las ganas de vivir plenamente por lo que dura un encuentro... la más sucia de las habitaciones de un “albergue a transistores” parece un palacio a todo lujo... la grosería más burda es tomada como el mejor de los piropos jamás escuchado... las diferencias de edad, estrato social y capacidad bolsillesca desaparecen equiparando a la gente entre sí... artefactos y lugares absolutamente estériles se vuelven objeto de deseo desenfrenado... el odio, el desprecio y el desgano cambian su forma a la opuesta diametralmente... una feroz pelea culmina en reconciliación... y podría seguir así toda la tarde, pero no lo haré porque se me acabaron los conectores lógico-lingüísticos...
Hasta el físico humano modifica su apariencia real y toma distintas formas nunca antes pensadas... los penes, traseros y vaginas cobran vida, naciendo personajes con personalidad propia... las curvas del cuerpo adoptan posturas animalescas... y diversas partes corporales se objetivan como cosas u objetos inanimados, demostrando que Kart Marx tenía razón cuando nos hablaba del “fetichismo de la mercancía” (nótese que es un Marx diferente al anterior, pero ambos igual de graciosos y sapientes)...
Aquí les dejo un videito de un colega brasileño que nos ilustra lo dicho en el último párrafo con sus maravillosas ilustraciones (joder... estoy a pleno con esto de la homografía... ya me convertí en un experto homografista).