con el juego,
nadando en piletones
de chucrut con salchichas y agua bendita
para alejar el deseo sin éxito,
ya que el deseo no se aleja
pero sí se resiente
en saberes de la inconsciencia...
ansias del patético condenado a vivir
que ve por arriba de las orejas,
mientras la locura juega
y analiza a través de ellas,
engalanando su hermosura
de azabache noche en caída...
tantas cosas para decir
que las palabras se agolpan
en la garganta de los dedos,
quebrada por la cobardía
de jugar con plata ajena...
ojalá fuera menos ludópata,
perdería la sociopatía
pero por voluntad propia;
o al menos apostaría el insomnio,
a ver si alguien me lo roba
y acabo menos deseando de madrugada
con platerías de la bruja del oeste,
esa que ansía los zapatitos de rubí
pero no sabe qué hacer con ellos...
mañana era el día, el futuro pasado,
enamorar sus ornamentos por fin,
cortándole la retirada... y nada...
la Mujer Maravilla,
mutando a pelo entre la Diana y la Atenea,
que está y no está
y me busca y me ignora
y me necesita y me rechaza
y se va mirando mientras huye,
saludando con sus rojos ojos pecosos
llenos de brillo y malicia...
todo a la vez y por el mismo precio,
caramelo prohibido lleno de pelusa...
aquelarre del que sabe lo que hace,
sorginkeria, purua magia
de quien juega con cartas marcadas
y conoce todas las respuestas,
pero igual las pide para ver qué pasa,
para demostrar quién manda...
otra noche se me escapa,
otra vez que se me va...
otra noche solo...
insomnia por quien está sinmigo,
cuando los pingüinos del deshielo
vuelven
a defecarme a trompadas en el hígado...
el futuro está ahí, sólo hay que tomarlo,
esperarlo unos días,
porque que llega, llega...
seguridad repleta de peros,
el viejo registro,
el problema son los peros
pienso durante horas mirando el paño,
buscando respuestas,
mientras mis libros no ayudan a entender,
confundiendo cariño y ausencia
con definiciones,
a la vez que el mazo de cartas
se me caga de risa...
ojala tuviera valor en lugar de garfios,
no se puede ser más lento,
no conquistaría el mundo
pero al menos me querría
la torcaza en mi ventana,
la de los huevos rotos...
pero yo quiero creer,
a veces es preferible el abrazo,
me dijo hace poco
alguien más sabio de lo que parece...
sólo espero ser yo, el que use la pollera,
o morir en el engaño
sin descubrir la mentira
del qué hubiera pasado si...
que más decir más que...
mozo,
me cierra la mesa 4 y trae la cuenta???
